La moda y yo
La moda es algo muy subjetivo. Cambia muy rápido, no presta la atención a las peculiaridades de la figura humana en muchos casos, y hasta a veces parece que los diseñadores han olvidado de que la ropa se puede poner no sólo en la pasarela.
Mi
opinión sobre la moda se mantiene bastante escéptica. Tampoco hay que confundir la moda con el gusto. Sólo
2 criterios de la ropa considero importantes: la comodidad y la armonía.
Con el respecto
a la comodidad, presto mucha atención a la calidad del tejido – así me enseñó
mi madre. Puedo tener menos prendas de
vestir que los demás, pero serán de mejor calidad. Prefiero elegir lana y algodón naturales debido a que
conservan mejor la temperatura del cuerpo también . Especialmente en el
invierno ruso – uno de los más duros del mundo – casi no se puede sobrevivir
sin materiales naturales. Además, la ropa tiene que ser bien cosida para que la
persona con cualquier figura pueda olvidarse de sus desventajas. Por lo tanto
elijo marcas conocidas y validas, ya que cosen mejor.
La armonía debe ser no sólo con mi figura, sino también con mi propia
personalidad. En este caso yo me identifico con un personaje leído en un libro.
Este hombre tenía su propio sitio web, era programista, y a veces tenía que
trabajar desde su casa con documentos importantes y negociar con gente
importante. Le daba igual la moda, pero la ropa para él era el modo de crearse el
humor apropiado.
Por ejemplo:
- Daniel, ¿tienes traje? Yo necesito uno.
- ¿Quieres salir?
-No, tengo que escribir una carta muy importante.
Y así pasaba todo el día, sentado en su cocina frente al ordenador en un traje clásico, escribiendo la carta con una cara muy seria.
Parece bastante loco, pero trabaja.
Desgraciamente no se puede siempre seguir este concepto, aunque me encanta la idea de crear el humor a través de la ropa. Creo que la mayoría trata de vestirse para dar la impresión a los demás olvidando de lo que realmente le encanta a ellos mismos. Es importantísimo tomar en consideración sus propios gustos para no perder su personalidad.
Por ejemplo:
- Daniel, ¿tienes traje? Yo necesito uno.
- ¿Quieres salir?
-No, tengo que escribir una carta muy importante.
Y así pasaba todo el día, sentado en su cocina frente al ordenador en un traje clásico, escribiendo la carta con una cara muy seria.
Parece bastante loco, pero trabaja.
Desgraciamente no se puede siempre seguir este concepto, aunque me encanta la idea de crear el humor a través de la ropa. Creo que la mayoría trata de vestirse para dar la impresión a los demás olvidando de lo que realmente le encanta a ellos mismos. Es importantísimo tomar en consideración sus propios gustos para no perder su personalidad.
Lo he leído con gran gusto y placer. Te felicito.
ResponderEliminargracias, Francisco :)
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