Gran
parte de estudios científicos muestran que las especies animales y
vegetales se están extinguiendo a un ritmo mayor que en cualquier
otro tiempo, incluso mayor que la velocidad de extinción de los
dinosaurios, hace 65 millones de años, de ahí que se le halla
denominado como “sexta extinción”.
En
los últimos quinientos años la actividad humana ha causado la
extinción de 816 especies. Uno de cada diez pájaros y el 25% de los
mamíferos figuran en la Lista Roja de especies amenazadas de
desaparición, mientras que dos tercios de otras especies se
encuentran en peligro de extinción. La extinción de animales se ha
acelerado en los últimos 200 años como consecuencia directa o
indirecta del crecimiento de la población humana, el despilfarro de
los recursos naturales y los cambios climáticos asociados al medio
ambiente.
Es
terrible solamente imaginar que cada día 50 especies se pierden y el
adorno de bosques se acorta por 17 millónes hectáreas. Cada segundo
comemos un pedazo del bosque que se iguala a un campo de fútbol. 19
millones de árboles desaparecen en el vientre voraz de la humanidad
cada 24 horas. Hemos pescado y comido el 66 % de todas las especies de peces a pescar. Muchos de ellas ya están en peligro de
extinción, para algunas especies este proceso es irreversible, aún
si moderamos nuestro apetito. Nosotros percebímos la Tierra como
algo muy grande, con recursos infinitos, pero si sólo miramos su
fotografía, hecha del cósmos, veremos un globo pequeño,
frágil, azúl. Que bello es nuestro planeta! Y mucho más vulnerable
de lo que imaginábamos aquí, abajo.
Las
plantas constituyen la mayoría de la masa biológica de la Tierra:
hay casi 500 000 especies. El oxígeno, que respiramos, es
producido por el reino de las plantas de la Tierra, y, ya que los
animales comen las plantas, toda la la cadena alimenticia depende de
esta forma de vida. Las plantas son indespensables para nuestra vida
y, por lo tanto, nosotros estamos totalmente relacionados con este
reino principal de la biósfera de la Tierra. Además, las plantas
son extraordinariamente lindas. Lo soberbio del mundo vegetal es
particularmente brillante en las costas de Amazonia que es un lugar
único. No hay otro lugar en toda la Tierra, donde el alboroto de
la vida esté representado tan vistosamente cómo a lo largo de esta
riviera-laberinto.
Los
animales son también muy importantes. Y la extinción de los
animales, es un problema que tenemos que solucionar para lograr
mantener las especies animales para futuras generaciones.
En
conclusión, la preservación de los ecosistemas es un problema
universal de la humanidad. Ahora aún estamos a tiempo para pararnos y dar un
descanso al planeta. En este caso se podría contar con una nueva
fase en las relaciones con la Naturaleza, la etapa de la cooperación
respetuosas. En otro caso, condenamos nuestros niños a una muerte
segura y sufrimientos indecibles.
(
Juliana)
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